jueves, 21 de abril de 2011

El de las Dos Tierras.

                                   (boceto original de Javier Charro. todos los derechos reservados)

"Él era Allwënn. El de las Dos Tierras. El hijo de la sangre enemiga. En sus venas se daban cita dos linajes ancestrales. Sangre de Ürull. Los más sublimes. Los elfos del Fin del Mundo, señores del reino boreal. Príncipes de entre los príncipes. A ellos debía la belleza de su cuerpo, la elegancia innata en la apostura, la arrogancia. También ¿por qué no? su crueldad. Al otro lado de las trincheras de su corazón, su sangre Tuhsekii. Los Hijos de la Piedra. La casta enana que le brindó la furia, la fuerza, la pasión, el honor y el desgarro…
Aún era el mestizo que conocí. Fiero y salvaje. Hondo y noble. Aún el destino no le había obsequiado con las heridas que le marcarían. Con aquellas grietas que harían de él un ser como ninguno. Allwënn, aquella noche, aún seguía entero. No sabía, ni imaginaba, que con la madrugada comenzaría su leyenda. El precio para su alma iba a ser devastador."

No puedo concebir un personaje con mayor ganas de vivir, de existir en esta realidad que este mestizo suicida. De todos cuantos he concebido, él es el único. Es imposible controlarlo, imposible decirle qué tiene que hacer o decir. Yo no le he creado. Él me ha elegido a mi. Aún ignoro el motivo. Me siento parte de él. Hay una extraña sensación de encarnadura entre nosotros. Conozco sus pensamientos como si fuesen mios ¿quizá alguna vez lo fueron? Me admiro de su capacidad de soportar el sufrimiento, de la hondura de sus gestos y de la bestialidad de su ira. Allwënn puede resultar en ocasiones intratable, hostil, enemigo. Pero siempre es auténtico, único. Si un escritor puede admirar a un personaje: he aqui al escritor y éste es el personaje. Esta historia lleva su nombre porque no puede no llevarlo. Habla de un desgarro y un dolor dificilmente imaginables. Habla de sentimientos cortados a cuchillo. Habla de una herida que nunca cicatriza. Que los dioses me perdonen por haberlo elegido a él para ofrecerle tanto dolor. Pero nadie salvo él sería capaz de vivir con ello y además forjar su leyenda. Tendrás tu recompensa, viejo lobo.
Aquí fuera hay un mundo que desea conocerte. Sólo tú puedes asombrarles a ellos como una vez me asombraste a mi. Tu sangre impura es mi sangre. Es hora de que otros la conozcan.
Aulla y baila en las noches de luna. No dejaremos de aullar y bailar en tu nombre. 



1 comentario: