viernes, 25 de noviembre de 2011

La Calma que precede a la Tormenta

Seguimos aquí. Soul&Sword se mueve, se acerca, vibra... A principios del próximo año verá la luz el primer proyecto ilustrado. Soul&Sword será un libro autoconclusivo que narra una historia previa a la de las novelas de la Flor de Jade. Por que no decirlo... estoy disfrutando :)
Swords Storm - colour sketch

pencil Sketch
pencil Sketch

lunes, 29 de agosto de 2011

Äriel en Exotique 7. Charro gana.


Después del necesario y obligado parón que nos ha impuesto el verano, amanece septiembre con una noticia que nos impulsa y nos da energía de nuevo. Esta ilustración de Javier Charro perteneciente a nuestro proyecto Ällwënn: Soul&Sword ha sido seleccionada por la prestigiosa editorial Ballistic Publishing para su catálogo anual EXOTIQUE. El número de este año será el séptimo que esta editorial australiana que lleva años siendo una de las referencias internacionales de la ilustración digital y sus autores más relevantes. Que nuestra Äriel haya sido seleccionada es un triunfo personal de Javier Charro y una muestra de la calidad de su trabajo y también de la calidad que está imprimiendo a este proyecto nuestro que sigue incansable su angosto camino.
Quiero sumarme en lo personal a esa falicitación merecida y compartir con todos vosotros esta noticia relevante que nos da mucho ánimo y fuerza para todo lo que ha de venir.
Nuestro galeón avanza. Felicidades Javier Charro. Mi más sincera enhorabuena. Estamos orgullosos de ti.

Podeis tener más información sobre Ballistic y sus anuarios aquí.

jueves, 25 de agosto de 2011

Quinta Estrella: Comprada.


Acababa de comprarla.
Comprar sus ojos, su mirada. Acababa de comprar aquellas manos, esa espalda, esas piernas temblorosas. Ese pecho que se esforzaba por parecer inalterado. Comprábamos sus dedos, sus pestañas, todos los supiros que pudiera guardar esa garganta, todas sus gotas de sudor. Incluso, todas sus lágrimas.

Me partió por la mitad su última mirada antes de encaminarse bajo las escaleras donde probablemente se encontraban las pequeñas habitaciones personales de aquellas chicas. Era la mirada justo después de recibir la noticia. Era una mirada en la que no cabían más miedos. Estaba aterrada pero me impresionó la dignidad con la que supo tragarse aquella debilidad. Me pareció tan digna, tan valiente...
Acababa de comprarla. Teníamos derecho sobre ella hasta que nos cansásemos. Tanto y tan poco parecía valer según los códigos crueles de las Bocas. Era nuestra. Era mía.

Mia...

Pensaba en eso mientras la contemplaba alejarse, despacio. Seguramente con la cabeza llena de preguntas y miedos por el futuro inmediato. No sé si era consciente del poder que teníamos en ese momento. Tragué saliva.
Mía, por un puñado de Ares. Un puñado de Ares robados, ensangrentados. Capaces de compar sus párpados, pero nunca los latidos de un corazón.
Ningún hombre debería poder comprar a una mujer. Supe que aquella jamás sería comprada. Me lo decían sus ojos. Me lo decía algo que no se escuchaba.
Pensé... no es más que una camarera a la que acabas de forzar a ser prostituta una noche. Es algo que iba a ocurrir antes o después en este maldito lugar. No es tu problema, Allwënn. No es tu problema. Paga. Usa y lárgate sin mirar atrás.

Paga. Usa...

Hubiera sido fácil. Nadie, nadie hubiera puesto un ojo en nosotros. Coge lo que es tuyo.
Pero no era mío. No importa cuánto hubiese pagado por ella. Veinte Ares, doscientos, dosmil. No importa. No era mía.
Solo le estaba salvando la vida.
Solo la estaba alejando de la carnicería.
Solo quería tenerla cerca cuando la tormenta estallase.
Solo quería tenerla a mi lado esa noche y no puedo explicar por qué, no puedo. Porque un guerrero sabe cuando la muerte está rondando. Cuándo saborea el festín. Cuándo se relame de gusto... y había algo en ella. algo poderoso, inexplicable. Algo que me tenía tan confuso que no era capaz de identificar. Algo que me decía que aquellos ojos, aquellos ojos merecían seguir vivos al amanecer y que pocos ojos iban a tener ese privilegio dentro de unas horas.
La compraba para salvarla, aunque jamás se lo diría. Aunque ni siquiera sabía si ella hubiese preferido morir esa noche. No pretendía nada más. Alejarla. Seguir la voz de mi pulso. Mi instinto. Gritaba. Decía: mírala bien. Es ella.

Pero ella ¿Quién?
Ella. Ella. Ella.
Ella ¿Quién? ¿Por qué es importante? Una camarena de un prostíbulo demasiado joven como para que sus ojos puedan hablar de un mundo más allá de estas paredes húmedas y ni siquiera puedan confesar secretos aprendidos bajo esas sábanas de alquiler. ¿Por qué es importante? Nosotros solo somos perros. Demasiadas cicatrices en estos cuerpos. Demasiada sangre y barro en el camino por delante. ¿Por qué ella? ¿Por qué hoy? ¿Por qué este lugar?

...y entonces, sin poder explicarlo, sin entenderlo supe que todos mis pasos me habían conducido sin compasión a este momento, a este lugar y a esa desconcertante chica que huía escaleras abajo dispuesta a venderse a dos desconocidos la noche en la que la muerte nos perseguía. Todo cuanto había hecho, todo cuanto había ocurrido en mi vida me conducía a este lugar. Aquí, sin poder tener ninguna razón coherente que lo explicara supe que mi vida cobraba sentido. Solo aquí y ella. Parece ridículo. Parece de locos. Si Gharin puediese haber escuchado mis pensamientos en ese instante se hubiese retorcido de risa o hubiese huido de mi demencia. Yo mismo estaba entre ambos extremos.
Mírala bien: es ella. Esa frase se repetía en mi cerebro hasta atormentarme.
Ella ¿Quién?
Ni siquiera sabes su nombre y ya estás dispuesto a matar por ella.
Ella... La que va a cambiarte la vida para siempre. La que ya lo ha hecho y no lo sabes.

Hay cosas, sensaciones, certezas que no puedes explicar por qué ocurren, pero ocurren.
Aquellas no se equivocaron. Nunca se equivocan. No importa cuánto quieras silenciarlas. Y yo traté de hacerlo, lo juro, aquella misma noche. En aquel mismo lugar.

Acababa de comprar lo que no puede comprarse: el destino.
Cuando volvió a aparecer por el hueco de aquella escalera no tuve que esforzarme por contener el aliento.
A partir de entonces, jugamos a fingirnos.

 









miércoles, 25 de mayo de 2011

Una escena en 6 pasos

Os dejo algunos pasos de la realización de la escena "O los dos... o ninguno". La ilustración fue realizada integramente en photoshop tras algún pequeño garabato a lápiz, no mayor de 5cm de ancho. Trabajar en digital me permitía mover la composición con los elementos separados por capas para que todo encajara correctamente. Normalmente empiezo a trabajar con unos pocos tonos para dar los volúmenes y valores de profundidad a la escena para luego ir añadiendo detalles y color de forma... un poco intuitiva :)







sábado, 14 de mayo de 2011

Allwënn, Cuarta estrella. A Vida o Muerte.


 —¿Qué hay, en realidad, más peligroso que una mujer?


Los recuerdos de Äriel, primero



Le apretaba demasiado. 
Ella mira su muñeca prisionera entre mis dedos tragándose un gesto de debilidad. Mientras, Gharin se le aproxima por uno de los lados. Arrastra su silla para quedar lo bastante cerca de ella como para propiciar un contacto mucho más cercano e íntimo. Se da cuenta tarde o disimula muy bien ante el acoso. Ella le recibe con una sonrisa encantadoramente falseada en su rostro. Las manos de Gharin no se hacen esperar. Hay que hacer creíble la pantomima. Hay que retenerla lo bastante para sonsacarle información sin que nadie sospeche. El coqueteo es el disfraz más acertado en este contexto. Nadie se sorprendería de unos clientes que flirtean y entretienen a una de las camareras.
Me mira. Ya la he obligado a sentarse con nosotros. Es una manera digna, casi orgullosa de pedir condescencencia a través de su mirada. Accede a jugar al juego que nosotros imponemos. 
Gharin ya ha empezado a pasar la mano sobre sus hombros. El juego ha comenzado y le llevamos ventaja. Suelto su muñeca pero he dejado mi palma sobre su mano. Fuerzo la sonrisa también yo. Alargo mi jarra hacia ella y le ofreco beber en un gesto de tregua.
-Que parezca que disfrutas con esto.
Acepta porque no tiene muchas opciones. Bebe un sorbo corto, apenas mojarse los labios. Me vuelve a mirar. En sus ojos hay un millar de lecturas.  Trata de parecer cómoda en la situación, de ser solvente, de no dejarse intimidar pero no es cierto. Está temblando porque lo percibo en el contacto de mi mano con el dorso de la suya.
-Y ahora... dinos por qué no es seguro este lugar. 
Mis dedos empiezan a recorrer su piel. Ella suspira y empieza a ofrecer detalles. Está nerviosa. Gharin sigue acariciándola. Sus manos la envuelven. Ella trata de no parecer soprepasada. Me gustan sus esfuerzos por mantenerse íntegra, por dar imagen de que es ella quien controla la situación... sin embargo, noto su turbación por nuestra proximidad, su incomodidad ante nuestras manos... pero hay algo que la mantiene ahí. Una parte de ella desea quedarse. No hago esto por disfrute. Hay razones de peso. No soy como Gharin, él está disfrutando este teatro.  
Una trampa, una encerrona. Según nos cuenta. Eso es lo que va a ocurrir. Usar la seducción como arma mortal. Tan viejo... tan retorcido. Acabar con un problema entre las sábanas. Es una guerra de bandas. Una maldita guerra de bandas que va a teñir de sangre todos los lechos de este burdel y nos ha encontrado en medio. Una maldita guerra de bandas. ¡Lo que nos faltaba!
Miro alrededor mientras habla. A pesar de lo apremiante de la situación, el teatro necesita más convicción. Gharin parecía muy cómodo en su papel. No finge. Ella sí lo hace. Nuestras manos la incomodan. No puede esconder que no está acostumbrada al tacto de los hombres. Es algo más allá de toda duda. Ella no alterna. De hecho no creo que haya pasado de servir cervezas y fregar la sala. Quiere parecer natural, cómoda, tranquila pero su piel se crispa con cada roce, como si nuestro contacto fuese eléctrico. Pero hay algo de ella que me golpea y que me intriga. Nos ha revelado el peligro y no hay razón lógica para ello. Luego está su esfuerzo por parecer fuerte y eso la hace realmente fuerte. Hay algo en ella...

En aquel lugar parece que nadie se percataba de lo que ocurre en la mesa. Todo el mundo está demasiado distraido en su "propios asuntos" y por regla general esos "asuntos" también tienen las piernas bonitas. Sin embargo, eso sólo es así en apariencia. Madame hace un rato que no nos quita ojo de encima. Está claro que no le gusta que entretengamos a su camarera. Pero no es la única. Hay una chica, muy guapa, de gesto altivo, segura, que nos mira desde la balaustrada del segundo piso donde se exhibe junto al resto de chicas. Sin embargo, el que más me preocupa es un tipo grande y fornido que hay en un rincón junto a las chicas. Luce las cicatrices propias de quien ha hecho de la violencia su modo de vida. Su mirada es depredadora. Sabe algo. Intuye algo. Estoy poniendo en peligro a esta chica, pero ella es la única que puede ayudarnos.
Toco su piel y sus ojos vuelven a mirarme. Sigue hablando pero mis dedos leen más allá de sus ojos y sus poros. Hace el esfuerzo por mantener la coherencia en el discurso y yo... yo lo hago por no hundirme en aquel tacto eléctrico. Me esfuerzo por atender a la gravedad de la situación. No sé qué me ocurre. Solo es una camarera. 
Nos confiesa que va armada cuando mis manos habían decidido pasearse por sus muslos. Por encima de su gruesa falda pero a la altura de su ingle mi mano encuentra un tesoro escondido. Toco el pomo de un puñal. tosco pero afilado. Es lo que iba encaminado a encontrar pero una parte de mi lamenta dejar de tener una excusa para quedarme de sus muslos. 
¡¿Pero qué estoy diciendo?!

De un movimiento preciso le retiro el arma de su entrepierna que cae al suelo. Ella se siente indefensa. Es necesario. Es necesario. Ella ha sido justa. Tiene palabra. Yo también. La dejamos ir creyendo que gana, sabiendo que pierde. 
Gharin me mira. La situación se complica. Suspiro y antes de saber cómo o por qué mis ojos están buscando a esa camarera que al regresar a la barra ha centrado la atención de sus compañeras. Ella sonríe con un gesto extraño y apenado en la cara. Está sola en mitad de un océano de basura y yo no sé por qué eso debería preocuparme más que mi propia suerte o la de mi compañero... pero lo hace. Es la primera vez que me ocurre. 
Vuelvo a mirar al tipo duro que vigila el local. Me mira y luego la mira a ella. Esa chica está en peligro.
-¿Y bien? -Gharin hace un rato que espera una respuesta.
-Ofrece 20 Ares por la chica.
-¿Por la camarera? ¿Quieres subirla a las habitaciones? -Gharin me mira como si hubiese perdido el juicio. Quizá lo he hecho. Debería de estar acostumbrado. Maldito elfo-. Una noche con ella no vale...
-¡¡20 Ares. Gharin!!- me enfurece que me cuestione. -Quiero una oferta que nadie pueda rechazar. Es mi dinero. Tú consigue que la Madamme acepte jugar con su camarera.
-Por ese precio te dejaría jugar con el mediorco que tiene tras la barra. Es mucho por pasar una noche, Allwënn -dice mientras se levantaba con mi bolsa de plata en sus manos.
-Es muy poco dinero por una vida... -pero eso ya no lo puede escuchar. Mi voz se la traga el murmullo frenético del local.
La busquo una última vez con la mirada. 
Una vida. 
Ni siquiera yo sé de la trascendencia de lo que acabo de hacer.
No sé por qué lo he hecho. Pero no puedo no hacerlo.

 


 



jueves, 5 de mayo de 2011

Allwënn, tercera estrella, La noche menos indicada.


Lee los recuerdos de Äriel, primero. Aquí

Un instante que ha quedado suspendido en un segundo, un instante efímero, que se pierde entre el rostro de quienes atestan aquel lugar. Hay una tensión larvada, puedo mascarlo. Conozco esas miradas, miradas que se cruzan, atentas, tensas. Demasiadas miradas. No he olvidado por qué estamos allí. Nada puede distraernos. Nos jugamos mucho. Sigo percibiendo esa tensión. Demasiada tensión. Algo ocurre. Lo huelo. Lo presiento. Gharin se ha acercado a una mesa. Está llena de jarras vacías y alguna que otra botella de licor.
Se aproxima  una de las camareras a limpiarla. Noto cómo Gharin la estudia con ojo rapaz, de arriba abajo. Le sonríe. Le gusta. Ella también le sonríe. Algo más forzada. Estoy ocupado observando la tensión del ambiente. No me he percatado de que quien nos atiende es ella. Me mira. La miro. No puedo dejarme distraer, así que sigo observando. Escucho a Gharin pedir cerveza por los dos. Tantos años de viaje hacen innecesario cuestionar algunos gustos. La chica pasa junto a mi. Huele a cerveza y perfume barato. Probablemente no es suyo. Su pelo lleva impregnado el olor a madera quemada de las cocinas. Al pasar ante mi me deja ese aroma. Me huele a campamento bajo las estrellas, a charlas de madrugada, a una copa de licor antes de cerrar los ojos. Me huele a libertad y horizonte… y luego miro aquel lugar atestado de humos y ruido. Un coro de chicas maquilladas al excesivo gusto de las Bocas observa la clientela desde el entrepiso. Casi son un muestrario. Un catálogo del producto que ofrece el local. Aquello es cualquier cosa menos libertad, cualquier cosa salvo horizonte.
La chica regresa. Tiene el pelo corto y es menuda, casi frágil. Desaparece entre las montañas de cuerpos de aquel tugurio atestado. Su rostro es dulce pero tiene la mirada fiera. Vuelve a pasar ante mi para dejar nuestras cervezas. Vuelve el olor a cocinas. Ahora me huele a mazmorra y prisión. No sé por qué. Hay algo que me apena profundamente pero no lo puedo explicar. La miro y algo se me rompe por dentro. Trato de no perder mi concentración. Estoy allí por otros motivos y la tensión en el ambiente me vuelve a golpear la cabeza. Demasiada mirada tensa. Ya se lo he dicho a Gharin. Aquí ocurre algo.  
Oigo a Gharin flirtear con la chica. Es lo normal. Creo que le llama la atención simplemente porque es camarera y no puede alternar. Provocar es su habilidad. Escucho una frase perdida en la conversación. Ella ha buscado quedarse. Dilata  su tiempo al servirnos. Hace un rato que frota la misma porción de madera de nuestra mesa. Si sigue así pronto le hará un agujero.
—Yo acabaría la bebida y me marcharía. Es una mala noche para quedarse aquí. Yo no os he dicho nada.
«Yo no os he dicho nada». La miro. Sus pupilas quieren parecer fuertes, quieren sostenerme la mirada pero se hunden. Hay culpabilidad. Sabe algo. Es un aviso. No finge. Trata de avisarnos. Ocurre algo, ella lo sabe y quiero saberlo. Me juego la vida. Nos jugamos la vida.
Mi mano ancla su muñeca a la mesa. No espera ese movimiento. La sobresalto. Mira mi gesto con temor. Estoy acostumbrado a ese tipo de miradas. Su expresión hacia mi ha cambiado. Imaginaba que no duraría para siempre. Sin embargo, ahora también ella ha dejado de ser esa mirada que hace un instante me turbaba. Ahora es la persona que tiene en sus labios la posibilidad de darnos una posición de ventaja si el destino había decidido aquella noche jugar con nosotros a apostar la vida.
—Quiero saber todo lo que esté pasando—. Mi cara fuerza una sonrisa—. Sonríe —. Ella también sabe falsear una sonrisa—. Finge que te agrada la conversación.
Pero el destino había dispuesto ya las cartas sobre la mesa. Yo aún no lo sabía. Estaba a punto de conocerlo.    

sábado, 30 de abril de 2011

Äriel en los ojos de Allwënn


“Buscamos una mujer mágica, hechicera, evocadora y cautivadora. Puede que sea una mujer irreal y ahí estará la extrema dificultad.”

“Äriel es intensa, profundamente mágica, irresistible no tanto por su belleza si no por lo que emana de ella. Eso no es algo que podamos conseguir sólo con un físico, hay que ir más allá. Hay que superar lo evidente.”

Notas de J.Vilches sobre el diseño de Äriel


Esta ilustración es una de las primeras en plantearse para el proyecto y con un mayor desarrollo en el tiempo. Posar la mirada en los ojos de Allwënn y transmitir con la escena la escena que él ve… Un poco más allá en realidad, transmitir lo que el guerrero siente al observarla, toda la ensoñación que La Virgen de Hergos supone para el personaje y hacer que la veamos desde sus ojos. Este era el verdadero reto de la imagen, reto que me llevó a aparcarla durante meses hasta sentirme preparado para imprimirle todo lo que queríamos aportar.

Os dejo alguno de los bocetos preliminares realizados.






“Äriel debería de hablar con la mirada.”
Nota de J.Vilches sobre el diseño de Äriel

jueves, 28 de abril de 2011

Allwënn, primera estrella, Destino.


                           (boceto original de J. Charro -todos los derechos reservados-)
Allwënn:
Primera estrella: Destino.
Te veo…
No he dejado de verte. Ni un segundo. Ni un instante. Me pregunto si me oyes desde tu hueco en las estrellas.
>Sigo mirando las estrellas. Sé que te gustaría saberlo. Yo te enseñé a contarlas. Pocas cosas más he podido enseñarte. Pero esa es obra mía.
Me siento y observo el cielo. Ese cielo que una vez miramos juntos. Ese cielo inolvidable e inabarcable como tu piel. Finjo que te tengo a mi lado y cuento secretos que solo tú y yo sabemos. Secretos que nunca dijimos. Secretos que nos pertenecen solo a nosotros. Nadie sabe la verdad salvo tú, yo y ese que vigila mi sombra. Ese que guardará el secreto como si nunca hubiese existido.
Cómo puede cambiarte la vida un segundo, una mirada. Cómo puede atraparte un simple gesto, inocuo, trivial incluso. Sigo atado a tus ojos y lo estaré mientras viva. Mi latido siempre late dos veces en el mismo latido. ¿Cómo puede un hombre haber quedado tan preso y sentir que antes de ese momento nunca fue del todo libre? ¿Cómo puede el Destino enredarte en una mirada para siempre?
Recuerdo aquel lugar y aquella noche como si antes de ese recuerdo no existieran otros: una trampa, un mal juego. Como siempre una encerrona. Una información robada, un lugar que es un burdel en las Bocas, un confidente y una salida poco clara. Entre esos ingredientes hostiles de quienes se buscan y pierden la vida ¿De dónde saliste tú? Tú no debías encontrarte allí, pero estabas. ¡qué juego tan extraño el del Destino! Recuerdo el olor viciado a alcohol, las risas y los hombres exaltados. La luz a media luz, el perfume barato, los rostros excesivamente maquillados. Tumulto, exuberancia, derroche de muslos y escotes. Recuerdo a Gharin sonreír con malicia sabiendo que atrae las miradas femeninas, mi gesto incómodo, la búsqueda de un rostro desconocido entre los rostros de desconocidos que siembran un bosque denso de miradas hambrientas. Pensar rápidamente: “le encontramos, tomamos lo que es nuestro y desaparecemos”. Gharin codeándome al ver pasar a una de las chicas con vestuario transparente y sus curvas amenazando tambores de guerra. Recuerdo un guiño, dos, tres, pero no recuerdo el color de los ojos que guiñaban. Me recuerdo hastiado ante la avidez humana de carne entre las sábanas, recuerdo las ganas de marcharme, mi mirada infinita rastreando siluetas, observando rostros que puedan complicar esa noche, vías para escapar rápido si la cosa se tuerce. Recuerdo hombres siniestros que se fijan en la guarnición de mi espada, en el gesto de mi rostro, en mi manera de observarles.  Hay tensión en el ambiente. La tensión obvia de un local que hay que mantener a raya.
Entonces mis ojos siguen barriendo. Recuerdo mil detalles insignificantes que podría precisar con todo orden y rigor, pero solo tengo un recuerdo. Un único y verdadero recuerdo. Una mirada que se cruza con la mía como docenas de ellas en aquel instante. Una mirada que en el segundo de su abrazo pone mi mundo patas arriba. Es muy joven o lo parece. Lleva mandil y bandeja de servicio. Me parece la criatura más hermosa que pueda concebirse. Resplandece como una estrella en noches sin luna. Destaca de entre aquel lugar decadente como una idea brillante en un discurso manido. Me mira y en esa mirada el tiempo se detiene, el aire se detiene, el ruido se detiene, mi corazón se detiene…
Es un segundo, tan solo, un segundo que vale una vida. Esos ojos me miran y aparentan indiferencia. Ella deja caer sus pupilas con una languidez que me eriza el cabello. Me acaba de matar y resucitar en ese instante. No creo que sea consciente de ello. La mirada se acaba. Detiene el abrazo. La intensidad se pierde. Finjo una frialdad que mis ojos no fingen. Una indolencia que no existe en mi pulso. Ella vuelve a mirar los vasos que recoge con diligencia. Yo vuelvo a la búsqueda de mi presa. Pero ya no veo nada que no sean sus ojos detenidos en el tiempo clavados en mi mente.
Entre los dioses se escucha una risa. Fortuna sabe que el trabajo está hecho. Yo aún no lo sé pero he mirado a los ojos de la única mujer que existe en el mundo. De la que tiene por destino robarme la vida, calarse en mis huesos, ser mi obsesión y también lo único que merezca recordarse en mi lecho de muerte.
Esa noche debería encontrar un hueco entre las estrellas. El hueco que aquellos ojos han dejado en el cielo.

lunes, 25 de abril de 2011

O los Dos... o ninguno.

    (o los dos o ninguno -fragmento- ilustración original de J. Charro. Todos los derechos reservados)

"El hechizo lo rompieron los aullidos. Les encontraron aún abrazados.
Aquella plaza se vio desbordada. Por todos los frentes. Por todos los rincones.(...)"

"—Aún tienen que pasar por encima de mi cadáver—. Y aquella hoja dentada aulló de rabia al salir de su vaina y encararse a la hueste atroz que se les venía encima.
A los ojos del mestizo, aquellas bestias hambrientas de odio parecían avanzar ralentizadas. A su endiablada mirada verde, aquellas espadas eran un precio insignificante a pagar. En sus pupilas habitaba la rabia y el aplomo de un guerrero inquebrantable.
—Esta noche, viajamos los dos. O los dos o ninguno.
Y con la misma desesperación de quien muere de antemano, ese mestizo de enanos inició una carga en solitario contra aquella muralla viviente. Seguro, firme, suicida… como si fuese capaz de frenar al vendaval con las manos desnudas. Como si pudiese tragarse un huracán de una sola bocanada.
Ese era Allwënn.

Contar esta historia. He necesitado contar esta historia. Susurrada desde sus voces perdidas entre las páginas de un libro. A veces siento habitar su piel, saber cual es la sensación exacta en cada momento. Revivo imágenes en mi conciencia que son más que mías, que siempre son suyas. Imagenes que son nuestras.
He visto esa plaza, no sé si en mis sueños. He sentido esa ira, no sé si en mis pesadillas. 
Se acerca la hora de que vosotros también conozcáis esa historia. De que viajéis a esa plaza, de que probéis esa ira. Id allí. Presenciadlo con vuestros propios ojos. Id, morid y regresad de entre los muertos.
Sobrevivid a esa noche y entended su fisura.
Entonces, solo entonces podréis entender que haya corazones que solo saben latir en un mismo latido.

sábado, 23 de abril de 2011

Cassandra tras los espejos. Unos ojos castaños capaces de traspasar el velo

 
 
Nuevo miembro en el Galeón Fantasma: Cassandra.
Aportará la magia, la atmósfera, la envoltura necesaria para creer. Cassandra pasa de seguidora a colaboradora. Integrante de este equipo de locos suicidas. Viene con la certeza de conocer el futuro, con las ganas de aportar sus augurios a esta fábula que se teje de madrugada con pinceles virtuales y palabras escondidas entre los pliegues de la realidad. Viene, que es lo importante. Y se queda. Ella sabe más de lo que muchos saben. Más incluso de lo que ella sabe. Es bienvenida en esta tripulación a la deriva donde nos abre su rincón, sus "palabras tras el espejo". Nuestra realidad es mucho más mágica, mucho más amable y mucho más posible vista a través de sus ojos castaños sin tiempo y sin medida.
Nuestro viaje va a ser una verdadera aventura en tu compañía. Gracias por devolverles la fé a estos viejos muñecos de trapo.

"Cassandra vive tras los espejos. Sin tiempo, sin pasado. Con retazos de futuro en su universo paralelo. Observa y juega con muñecos de pintores y sombrereros. El tiempo no le afecta ni le condiciona. Ella sabe de historias que no se han narrado, de cosas que aún no han sucedido. Ella es la magia cuando dedide demostrar que existe. Sus palabras transportan a un mundo reflejado, soñado, intuido donde los locos saben tener la razón y los sueños se confunden. Seguirla es entrar en un cosmos sin barreras ni fronteras. No existe. Siempre ha existido. Bajo su mirada se pierden las horas, los días, las realidades. Ella son dos ojos castaños que miran lo que nadie ve y cuenta con palabras que no existen los sueños que aún no hemos tenido."

Äriel, El Sueño de los Dioses. La Virgen de Hergos

                (Vÿr'Arim'Äriel. boceto original de Javier Charro. todos los derechos reservados.)


«Ella era Vÿr’Arim’Äriel, Virgen de Hergos, señor de la Magia. Jinete del Viento de las sacerdotisas Dorai del Padre Dragón. La criatura más fascinante, la mujer más intensa que pueda concebirse. No ha vuelto a nacer un regalo semejante para un corazón. También en ella había mezcla. Tardé mucho en comprender que la pureza ofrece seres vacíos. Ella mezclaba herencias de elfos. La omnipotencia Silvänn se hacía rica en matices gracias al exotismo de los áureos Nësttor, errantes del desierto. Piel de arena y cabellos negros para unos ojos malva. Äriel no sólo era belleza. Su hermosura apenas significaba nada para nosotros. Era intensa, mágica. Podía ver cosas que ninguno más podía ver. Tocada por un don místico, regalo del padre de la Magia. Tenía el poder de hechizar con su voz y su palabra. Su presencia serenaba a la bestia. Su sonrisa, digna de alumbrar los deseos de un Dios, podía hacer tumbar y desmoronar al hombre más sólido. Todo en ella hipnotizaba. Una mirada suya bien merecía un pecado. Por una noche entre sus brazos hubiésemos vendido el alma. Por su corazón ¿qué no hubiésemos dado?»

He aquí a la mujer por la que matar y morir cada día durante toda una vida. He aquí el nombre que repiten los latidos de un corazón para seguir latiendo. La mujer imposible que siempre es posible. El milagro, el hueco en las estrellas, la razón de existir y pelear hasta desangrarse. Äriel es más real de lo que nadie puede imaginar. Habita más allá de las líneas y texto. Encarnada, engendrada, vuelta y reencontrada. Cuando alguien encuentra una mujer así, nacida de un hechizo, de un poema, puesta en el camino para  ser encontrada, sin otro motivo que encontrarse contigo, sin otra razón de existir que ser la razón de otra existencia… cuando alguien encuentra a la mujer imposible hay que estar loco para no robársela a un Dios, si es necesario. Allwënn no lo hizo. No había Dios lo bastante temible para apartarla de su lado, para evitar hasta el último aliento susurrado en sus labios, una última gota de sangre, para dejar de pronunciar su nombre o alejarla de su recuerdo. Él no lo hizo, no se detuvo. Luchó siempre. Merecía la pena robarse a sí mismo, perderse por el camino, caer en la locura si fuese necesario. Yo también lo hubiera hecho. Es más: es lo que hago. Es lo que no voy a dejar de hacer.

jueves, 21 de abril de 2011

El de las Dos Tierras.

                                   (boceto original de Javier Charro. todos los derechos reservados)

"Él era Allwënn. El de las Dos Tierras. El hijo de la sangre enemiga. En sus venas se daban cita dos linajes ancestrales. Sangre de Ürull. Los más sublimes. Los elfos del Fin del Mundo, señores del reino boreal. Príncipes de entre los príncipes. A ellos debía la belleza de su cuerpo, la elegancia innata en la apostura, la arrogancia. También ¿por qué no? su crueldad. Al otro lado de las trincheras de su corazón, su sangre Tuhsekii. Los Hijos de la Piedra. La casta enana que le brindó la furia, la fuerza, la pasión, el honor y el desgarro…
Aún era el mestizo que conocí. Fiero y salvaje. Hondo y noble. Aún el destino no le había obsequiado con las heridas que le marcarían. Con aquellas grietas que harían de él un ser como ninguno. Allwënn, aquella noche, aún seguía entero. No sabía, ni imaginaba, que con la madrugada comenzaría su leyenda. El precio para su alma iba a ser devastador."

No puedo concebir un personaje con mayor ganas de vivir, de existir en esta realidad que este mestizo suicida. De todos cuantos he concebido, él es el único. Es imposible controlarlo, imposible decirle qué tiene que hacer o decir. Yo no le he creado. Él me ha elegido a mi. Aún ignoro el motivo. Me siento parte de él. Hay una extraña sensación de encarnadura entre nosotros. Conozco sus pensamientos como si fuesen mios ¿quizá alguna vez lo fueron? Me admiro de su capacidad de soportar el sufrimiento, de la hondura de sus gestos y de la bestialidad de su ira. Allwënn puede resultar en ocasiones intratable, hostil, enemigo. Pero siempre es auténtico, único. Si un escritor puede admirar a un personaje: he aqui al escritor y éste es el personaje. Esta historia lleva su nombre porque no puede no llevarlo. Habla de un desgarro y un dolor dificilmente imaginables. Habla de sentimientos cortados a cuchillo. Habla de una herida que nunca cicatriza. Que los dioses me perdonen por haberlo elegido a él para ofrecerle tanto dolor. Pero nadie salvo él sería capaz de vivir con ello y además forjar su leyenda. Tendrás tu recompensa, viejo lobo.
Aquí fuera hay un mundo que desea conocerte. Sólo tú puedes asombrarles a ellos como una vez me asombraste a mi. Tu sangre impura es mi sangre. Es hora de que otros la conozcan.
Aulla y baila en las noches de luna. No dejaremos de aullar y bailar en tu nombre. 



martes, 19 de abril de 2011

Nace: Allwënn, Soul&Sword


Hablamos de un nacimiento. Comenzamos con fuerza:

Queremos presentaros "Allwënn, Soul & Sword" el primer proyecto conjunto Charro-Vilches. También el "Proyecto S&S": el blog donde iremos posteand,o entre otras cosas, el proceso creativo de construcción de este y otros proyectos conjuntos similares que ya están en marcha.

El Relato-Ilustrado:

"Allwënn, Soul&Sword" es una vieja idea que nace, como todas las grandes ideas, en torno a una fría jarra de cerveza. En concreto fue en el Poney Pisador, en Córdoba, una tarde de tertulia después de que a este escritor se le ocurriese haber embaucado a un buen número de personas para interpretar en directo el primer capítulo de la Saga Flor de Jade. Recuerdo cómo mi buen amigo Sito, que tiene alma de enano Tuhsêk y a quien esta saga debe mucho, me comentaba sobre hacer relatos más breves sobre aspectos interesantes de algunos personajes. Le pregunté sin dudarlo cuál sería el fragmento que le gustaría explorar y contestó tajantemente que en el pasado de Allwënn y concretamente en la terrible herida en relación a su esposa.
Lo cierto es que se trataba de una historia romántica y sangrante, de las que son necesario contar. Me puse manos a la obra y la redacté. Nunca pudimos representarla y quedó en el cajón de las cosas pendientes. Fue entonces cuando acaricié la idea de ilustrarla y presentarla como relato ilustrado. Hubo intentos que no cuajaron y volvió a quedar perdida a la deriva.
Fue otra persona, una persona muy especial y con una visión de futuro increíble quien me dijo: Habla con Javier Charro. Él tiene un toque muy especial para tus personajes. Nadie como él conectará con ellos. Es la persona.
Tenía razón: era la persona. Con todo no sería hasta mi traslado a Madrid que pudiéramos poner las bases para este trabajo.

Allwënn, Soul&Sword es el fruto inicial de este maridaje entre escritor e ilustrador pulsando juntos. Entrego mi más queridos personajes a las manos mágicas de Charro que me devuelve una historia vibrante, envuelta en las notas líricas y dramáticas de esta historia.
Para quien nada sepa de la Saga, este relato podrá leerse independientemente del texto original de las novelas. Es autoconclusivo y por tanto, aunque hace guiños y referencias no es necesario haberse leído los volúmenes para entenderlo.
Aunque avanzado, el proyecto no está aún terminado y queremos compartir ese proceso con todos vosotros.
Para ello hemos creado el blog: Proyecto Soul&Sword (que abreviamos S&S). Estará enlazado al blog de la saga y en él postearemos el proceso que lleva este nuevo viaje.
Este blog no sólo servirá para acoger las entrañas de este libro de ilustración, también será el punto de encuentro de otros proyectos conjuntos que iremos desvelando poco a poco. Lo haremos ofreciendo bocetos, fragmentos de texto, contándoos las peculiaridades de todo lo que rodee a nuestro trabajo juntos.

Es una interesante aventura que hemos iniciado guardándonos muchas sorpresas por el camino. La primera, caerá en unos días.
Si este espacio te gusta y para hacernos el mejor de los favores si esta saga, sus personajes y todos los proyectos a su alrededor te ilusionan tanto como a nosotros, comenta, difunde, comparte. Habla de nosotros en Face, twiter, tuenti... nosotros ya lo hacemos. Es importante dar a conocer las iniciativas. He llegado hasta aquí gracias al cariño, apoyo y entusiasmo de mucha gente. sigo aquí gracias a ellos. Cuanto más seamos más lejos llegaremos.
Estad atentos... Esto no ha hecho más que comenzar.

lunes, 18 de abril de 2011

Pedro Camacho. Traducción



La nueva aventura de esta Saga y los proyectos que tenemos en mente necesitaban abrirse a la lengua inglesa. En nuestro objetivo está una mayor apertura y poder extender esta historia y las que quedan por venir más allá de las fronteras de este país y también de esta cultura.

Encontrar la persona adecuada en quien depositar la confianza para este reto ha sido verdaderamente fácil. Pedro Camacho es actualmente el director del CEIP El Puntal, en Bédal, Almería y profesor de inglés en este centro. Afincado desde hace unos años en Garrucha (Almería), Pedro Camacho es además autor de Fantasía, Ficción y Relato Corto con varios títulos en su haber. Por si fuera poco disponer de un profesor de inglés que además es escritor en la tarea de traducción de mis líneas, Pedro, además es un viejo amigo, de esos que no desaparecen con el tiempo. Son muchas las trincheras y cicatrices de antiguas batallas las que este señor y yo lucimos juntos y con orgullo. Traductor, amigo y escritor... ¿se podría pedir más? Se puede y Pedro lo ofrece: un conocimiento total de las obras, universo, personajes y esencia de esta saga, tan vasto como el mío propio. Pocos pueden decir como él haber visto germinar y crecer esta historia desde sus más incipientes balbuceos. Pocos tienen de mi puño y letra y de un millar de conversaciones de madrugada más información que él. Pocos, muy pocos han sido testigos de corrección tras corrección, versión más versión, descartes, mejoras, añadidos y evoluciones como mi viejo y querido Pedro Camacho. Que él se sume a esta aventura solidifica su paso hacia nuevos horizontes. Que él quiera aportar sus conocimientos, su energía y sobre todo el gran cariño hacia estas páginas no sólo me tranquiliza sino que me llena de un orgullo dificilmente explicable.

Pedro supervisará la versión inglesa de este blog  y será el responsable de la versión de nuestros proyectos en lengua anglosajona. No puedo estar más feliz por ello.

En breve podreis saber más de las otras facetas de Pedro.

Bienvenido a bordo del Galeón Fantasma, querido amigo.

Javir Charro, ilustrador


Es para mi un placer poder anunciar oficialmente la abierta e indefinida alianza con Javier Charro en este nuevo viraje del proyecto. Conocí a Javier Charro sin pretenderlo. Fue de esas imposiciones del destino. No sabiamos nada uno del otro cuando le encargaron hacer la primera portada de la saga. La vida dio vueltas y ahora casi puedo decir que es mi vecino en Madrid.

Conoce bien a los personajes y el universo. Tiene un talento especial para descubrir el alma de los personajes, reflejarla en las miradas. Llevamos meses rondando iniciar proyectos conjuntos y soy consciente de que la nueva senda a explorar no puede recorrerse sin él.

Esta saga gana un poderoso aliado con su mirada y sus pinceles.

Os dejo una pequeña bío para que le conozcáis mejor:

Javier Charro Martínez nace en León en 1980 y se traslada a Las Palmas de G.C. con pocos meses de edad. A través de su padre, pintor en su juventud, inicia su pasión por el arte pictórico que posteriormente desarrollará entre los mundos del cómic y la ilustración fantástica.

Tras colaborar en un corto de animación realizado íntegramente a grafito, en 2003 comienza a publicar ilustraciones para juegos de rol. Desde ese momento empiezaa trabajar como ilustrador freelance, compaginándolo con la carrera de arquitectura.

En 2006 se establece en Madrid trabajando como arquitecto creativo en un conocido estudio español mientras continúa su carrera como ilustrador. Es en verano de 2010 cuando decide centrarse definitivamente en esta última, iniciando nuevos proyectos y abarcando un mayor número de encargos.

Cuenta en su currículo con más de 200 ilustraciones publicadas por editoriales nacionales y extranjeras en distintos medios como portadas de novelas, juegos de rol, cartas, revistas y juegos de tablero; para ambientaciones de fantasía, ciencia ficción y terror entre otras.

Algunas de las editoriales y empresas que han contado con sus sevicios son:

Fantasy Flight Games (U.S.A.)

Mongoose Publishing (U.K.)

Moon Design Publications (U.K.)

Hero Games (U.S.A.)

Mythic Dreams/Crafty Games (U.S.A.)

Team Jabbwerocky (U.S.A.)

Editorial Sombra (Spain)

Mundos Épicos (Spain)

Dobleuve comunicación S.L. (Spain)